La industrialización y el exceso de espacio construido en una ciudad no se encuentra directamente proporcional con el desarrollo del hombre, la sociedad y la cultura.
Por lo tanto la relación entre el hombre y el espacio, se convierte en una continua lucha; las viviendas disminuyen cada vez mas su espacio convirtiéndolos en lugares fríos y minimalistas donde todo este al alcance de las manos.
La arquitectura es cada vez más básica y uniforme, queriendo imitar las grandes metrópolis del mundo, llevando al hombre a acomodarse en un sistema de organización, en donde todo este totalmente uniforme, uno al lado del otro, uno encima del otro, como si fuésemos empacados en cajones.
El cuerpo entonces se encuentra en riesgo de ser extinguido por el cemento, no solo porque parecerá enlatado en la arquitectura de la ciudad, sino porque su medio ambiente no permitirá que explore todas aquellas funciones que tiene como ser humano partícipe de una sociedad, si no que por el contrario, todo estará a su alcance hasta que no tenga que hacer ni el más mínimo esfuerzo, lo que llevará a al hombre en convertirse en una masa, mas nunca, en un ser realmente humano.
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