El hombre como sujeto psicosocial, es influenciado directa o indirectamente por su entorno, ubicándolo así, dentro de diferentes contextos o grupos culturales que le permiten identificarse como un ser partícipe de una sociedad regida por unas conductas determinadas.
Sin embargo, a través de la historia, hemos visto como dichas sociedades han sido conducidas por diferentes intereses, llevando al hombre a envolverse en un mundo impregnado de falsedad e ironía, donde las mentes humanas puedan ser fácilmente manipulables y alienables.
El entorno entonces, se convierte en una constante presión para las mentes humanas, donde se deben asumir papeles que estén dentro de los parámetros establecidos ya que al romperlos se estaría jugando con (lo que para la sociedad a la que pertenecemos llamaría) “ la moral”, y de la cual salirse, significaría un señalamiento, un marginamiento, una carga con la que el hombre común no podría convivir.
Estos y muchos otros parámetros, no han sido más que una forma de manipulación poderosa, eficaz, y EXITOSA, fácilmente disimulables y difícilmente perceptibles por los ojos vendados de los sujetos comunes, sin embargo, no pareciese que al hombre le afectara mucho que lo utilicen como sujeto de consumo, ni como una simple ficha que se puede mover en cualquier momento para hacer una jugada.
La presión del entorno y la manipulación que este puede lograr sobre los sujetos, es tan magnifica y sagaz, que es casi imperceptible, amoldan la humanidad como “se les da la gana” pueden mofarse, llevarnos, traernos, hacer que algo nefasto y violento parezca correcto y ético, pueden lograr que una guerra injusta, parezca una lucha por la paz.
Leve, es la manera como nos manipulan, en leve se ha convertido nuestra percepción y nuestra capacidad de decisión, y levemente nos alienan.
La obra, “fotosensibles”, identifica las marcas en la piel, como producto de la presión que genera el entorno sobre nosotros, representado a través de los rayos del sol, quienes siempre están presentes en una constante vigilancia, sin ellos la vida no seria igual, nos van marcando sin darnos cuenta, son tan cotidianos que pasan a ser desapercibidos, pero sabemos que están allí, se burlan de nosotros, dibujan a su parecer.
Así mismo nuestras mentes se vuelven manipulables, están siempre sujetas a cambios, así como nuestro cuerpo, fotosensible… su pigmentación varia dependiendo de la exposición al sol, quemaduras de primero, segundo o tercer grado, estamos hechos de la misma materia, el sol puede pintar sobre nosotros de acuerdo a la exposición de nosotros hacia él, podemos permitir que nos marque, que nos queme, o que nos mate.
La materialización:
Un grupo de personas (mas o menos 3 o 5) exponen sus cuerpos desnudos al sol, tapando únicamente las partes donde se quiera dejar la “marca” del tono natural de la piel, estas marcas, serán dibujos de prendas de vestir, (corbatas, pantalones, camisas, gafas, etc.), como alegoría “a lo que pueden hacer de nosotros,” después de dicha exposición al sol, se realizará un registro fotográfico, donde se evidencie la pigmentación ocasionada por los rayos del sol, es decir, la oposición de los colores, las “quemaduras”.
La fotografías se realizarán con fondos neutros, principalmente de color negro, los modelos posaran desnudos, de forma grupal o individual.
El tamaño y la cantidad de fotografías a exponer, se determinará después de realizar el registro fotográfico.